Tú crees que eres distinto porque te dicen poetay tienes un mundo aparte más allá de las estrellas.De tanto mirar la luna ya nada sabes mirar,eres como un pobre ciego que no sabe a dónde va.Vete a mirar los mineros, los hombres en el trigal...y cántale a los que luchan por un pedazo de pan.
[...]Vive junto con el pueblo, no lo mires desde afueraque lo primero es ser hombre y lo segundo poeta.
Que lo primero es ser hombre y lo segundo poeta.
lunes, marzo 21, 2011
Día Internacional de La Poesía (o si se quiere: "¿Feliz día, poetas?")
viernes, marzo 18, 2011
Lecciones de Fukushima
Si hubiera previsto las consecuencias,
me hubiera hecho relojero.
me hubiera hecho relojero.
(Albert Einstein, sobre el desastre atómico de Hiroshima y Nagasaki)
El científico Edward O. Wilson, responsable del concepto de biodiversidad, ha advertido que si toda la humanidad consumiera como se consume en EEUU se necesitarían 4 planetas Tierra para sustentarla.
No es difícil notar que otros países ricos y la clase alta de los países subdesarrollados siguen el patrón consumista de EEUU, y que a él aspiran las clases bajas de todo el mundo; así que este es un mal que está devorando a la humanidad. El consumismo es el acto de consumo que dejando de ser un medio desplaza a la satisfacción de necesidades como la finalidad que le da sentido. Es un caso de enajenación que consiste en el medio convirtiéndose en su propio fin, y como tal conlleva la ideología del menor esfuerzo. Por eso este patrón de comportamiento le ha perdido el respeto a la propia biósfera, porque siendo su propio fin no requiere de otra cosa que lo justifique.
En nuestra coyuntura esto puede entenderse así: hágase el menor esfuerzo y con una planta nuclear obténgase la energía que nos costaría demasiado con paneles solares, hidroeléctricas, molinos de viento y sistemas de captación de energía de las mareas... esto ya sin advertir que buscamos energía de consumismo y no de consumo.
Como bien lo han descubierto los científicos, el cerebro no busca la verdad sino sobrevivir. Pues no habríamos llegado evolutivamente a donde estamos si nuestro cerebro no nos hubiera reconstruido, mediante la percepción, una sub-realidad que se adecúe, éticamente incluso, a nuestra realidad y conveniencia individuales y a la solución más holgazán que resuelva nuestros problemas inmediatos… ¿y después?: ya se verá, alguna nueva solución vendrá, más holgazán aun.*
Pero en los meandros de la evolución natural los riesgos que se corrían no eran equiparables a los de hoy: gracias a mentes que, paradójicamente, no se conformaron con soluciones holgazanas, sobrevinieron la filosofía, la investigación científica y con ésta la alta tecnología. Pero aquellas mentes son excepcionales; el resto de la humanidad sigue siendo en general lo conformista, dogmática, prejuiciosa, ociosa e imitadora de las mayorías, que fue desde sus orígenes. La siguiente imagen es clara: un hombre domina el fuego en una experiencia creadora que le significó conocer sus peligros, luego el fuego dominado cae en manos de los niños que no han vivido esos peligros, y ahora ¿qué hacemos con manadas de ingenuos enamorados del fuego?
Lamentablemente los humanos, que nos hicimos esta especie que somos por imitación**, no solemos imitar los logros de provecho mediato del filósofo o los del científico, no menos inteligentes y creativos que los logros vistosos y de uso inmediato del científico-tecnólogo.
Parece que este patrón consumista es irreversible. Con nuestro cerebro haciéndonos preferir la solución inmediata con el menor esfuerzo, con la facilidad con que manipulamos el núcleo de los átomos, con la irreverencia con que tratamos a la naturaleza y la vemos como almacén de metales preciosos y combustibles fósiles; nuestro futuro como especie no da mucho para el optimismo.
Desgraciadamente no se trata de costumbres que se puedan revertir, ni de comportamientos aprendidos que se puedan desaprender. Se trata de nuestra constitución orgánica, de cómo funciona el cerebro. Somos una humanidad vanidosa y halgazana que no está preparada para sus científicos, y una humanidad que no aprende de sus errores, pues aprender significaría quebrar esa tendencia a hacer el menor esfuerzo, y eso ¡maldita sea! es orgánico.
El reto a la creatividad humana es muy grande si es que queremos mantener este esquema de vida comodón globalizado sin borrar del mapa nuestra civilización. Pero hay visionarios que ya atisbaron soluciones.*** Debemos ser capaces de quebrar nuestras costumbres, de repensar si queremos, si son ciertas, las necesidades que creemos tener: debemos desglobalizarnos primero, y primitivizarnos después. Es muy inteligente y asombrosa nuestra tecnología pero si no tenemos la estatura moral ni espiritual, hay que abjurarla.
Por supuesto que es una tarea titánica. Creer en esta posibilidad es incluso contrariar las leyes de las ciencias humanas; pero aun si no lo hiciéramos, y si no se nos ocurre antes alguna mejor alternativa, el resultado sería de todos modos la aquí propuesta primitivización de la humanidad, en aquel caso póstuma a lo que hoy somos.
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* Documentos sugeridos: A Mind of Its Own, libro de Cordelia Fine; y "El cerebro no busca la verdad sino sobrevivir", entrevista que Eduardo Punset hace a la investigadora.
** Los antropólogos evolutivos han probado que junto con el desarrollo de la capacidad intelectual para resolver problemas creativamente, fue la imitación, factor esencial del origen de la cultura, la que nos permitió sortear mil y un obstáculos de vida o muerte en la sabana africana.
*** Unos de ellos es el cineasta japonés Akira Kurosawa en "Sueños", donde vislumbra una aldea que vive en comunión con la naturaleza, como respuesta a la amenaza de devastación de la manipulación del núcleo atómico con fines bélicos y de suministro energético; y en "El cazador", película en que plantea el sinsentido de la civilización a través de la visión de un cazador que siempre vivió como parte de la naturaleza.
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* Documentos sugeridos: A Mind of Its Own, libro de Cordelia Fine; y "El cerebro no busca la verdad sino sobrevivir", entrevista que Eduardo Punset hace a la investigadora.
** Los antropólogos evolutivos han probado que junto con el desarrollo de la capacidad intelectual para resolver problemas creativamente, fue la imitación, factor esencial del origen de la cultura, la que nos permitió sortear mil y un obstáculos de vida o muerte en la sabana africana.
*** Unos de ellos es el cineasta japonés Akira Kurosawa en "Sueños", donde vislumbra una aldea que vive en comunión con la naturaleza, como respuesta a la amenaza de devastación de la manipulación del núcleo atómico con fines bélicos y de suministro energético; y en "El cazador", película en que plantea el sinsentido de la civilización a través de la visión de un cazador que siempre vivió como parte de la naturaleza.
miércoles, marzo 16, 2011
Ay Japón, Amor mío...
"Volver a la naturaleza
sería su mayor riqueza"
(un león a otro, hablando de la humanidad
en un tema de Juan Carlos Baglietto)
en un tema de Juan Carlos Baglietto)
De nuevo Japón, isla de nuestras lágrimas secas.
El gran artista japonés Akira Kurosawa también fue un profeta: agorero y visionario. Siempre desconfió de la civilización y de este alejamiento estúpido de la vida en armonía con la naturaleza. Su cine siempre mostró su temor a la catástrofe universal que significa el hombre civilizado y globalizado.
El Fujiyama en rojo, uno de los sueños de Kurosawa, aquí la crisis de la devastación:
El demonio lastimero, otro de los sueños de Kurosawa, aquí los efectos de la devastación:
La aldea de los molinos de agua, el último de sus sueños. Otro mundo es posible.
martes, marzo 08, 2011
A todas las mujeres indignadas y a todas a las que no se les permitió estarlo…
LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL AMOR
(Silvio Rodríguez)
[...] porque tú
tenías lazos blancos en la piel
tú, tenías precio puesto desde ayer
tú, valías cuatro cuños de la ley
tú, sentada sobre el miedo
sentada sobre el miedo de correr.
Una buena muchacha de casa decente no puede salir.
Qué diría la gente el domingo en la misa
si saben de ti.
Qué dirían los amigos,
los viejos vecinos
que vienen aquí.
Qué dirían las ventanas,
tu madre y su hermana
y todos los siglos de colonialismo español
que no en balde te han hecho cobarde.
Qué diría Dios
sin amas sin la Iglesia
y sin la ley,
Dios, a quien ya te entregaste en comunión.
Dios, a quien ya te entregaste en comunión.
[...]
Busca amor con anillos
y papeles firmados
y cuando dejes de amar
ten presente los niños
no dejes tu esposo
ni una buena casa
y si no se resisten
serruchen los bienes
que tienes derecho también
porque tú
tenías lazos blancos en la piel
tú, tenías precio puesto desde ayer
tú, valías cuatro cuños de la ley
tú, sentada sobre el miedo
sentada sobre el miedo de correr.
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