viernes, julio 12, 2013

"YO SOY"


Definitivamente, este programa tiene que ver con cualquier cosa pero no con música.

El concursante, en esta presentación, se manda con unos berreos sin sentido y el jurado se le arrodilla (haciendo clic en los enlaces pueden enterarse). Eso, ya sin hablar de las estulticias que suelta Armas sobre la canción que se pretendió interpretar —sí, se pretendió: no fue inerpretada—.

No sé si sea difícil diferenciar cuándo se hace alharaca de cuándo se deja que el sonido pase por el corazón antes de explotar, pero quizás esta pregunta ayude en algo: cuando esta canción se interpreta artísticamente (aquí, una versión; y aquí, otra), ¿en qué momento se deja de decir lo que se está diciendo, por más que la voz se desgarre o se desfigure? (Y no me refiero sólo a la vocalización sino a la coherencia, a la continuidad.)

¡En ningún momento, señores!... Pero, en nuestro caso, el concursante hace una gárgara vacía; resultado: pura bulla. Y el jurado, embelesado... ¡jurado, mis polainas!

Quizás no sea necesario todo lo que he dicho más que para hacer notar que no es nada serio lo que se hace en ese programa (que, para pasar el rato, valga) con el cual mucha gente cree —una pena...— que puede aprender de música o disfrutar de ella.